miércoles, 19 de noviembre de 2008

Reflexiones de una maestra de pueblo en las cercanías de Madrid


Ser maestro de pueblo, hoy en día, no es lo que era hace apenas veinte años, por poner una fecha.
. Los niños no disfrutan de la libertad de movimientos que daba el vivir en el pueblo. Los medios de comunicación lo han contaminado, contaminan. Un miedo, "el miedo", va colándose en las vidas familiares. Nuestros niños viven encerrados en jaulas de oro, ya sean chalés unifamiliares, urbanizaciones cerradas o sencillos pisos, rodeados de muchos medios tecnológicos y pocos recursos humanos.
. Los niños maman el estres de los adultos. Llevan vidas de adulto, con horarios rígidos, programaciones semanales de actividades escolares y extraescolares, agenda, apretada vida social de cumpleaños en naves del polígono o burguer..Se muestran nerviosos, muy nerviosos. Lo peor es que los adultos decimos que" están nerviosos" eludiendo la responsabilidad que tenemos en lo que pasa.

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